premio de consolación

Al acabar con mi viejo blog contaba yo (por si alguien no pudo leerlo), mis dramismos con la calle general de mi barrio, esa en donde vive mucha gente pero vive una que es más importante que otras. pues nada, lo de siempre, que me voy a coger el bus para el centro y no tenía cambio, así que entro al Gregg's que tenemos enfrente de la parada de bus y me compro un pastrie para tener cambio y saciar mi gulismo.

De esto, una mano se posa sobre mi hombro según estaba yo diciendo el mítico "Can i have a chicken pastrie?". yo quedé pálido y juraría que se me escapó una gota de pis y todo... porque yo, como toda la gente que leía mi diario, pensaría que me doy la vuelta y aparece el apuesto doctor de pelo cherry blonde.

No. era uno de mis vecinos, el que se ríe de mi nombre y es de un país mega exótico en el que nació Russell Crowe y hay kiwis. a mí al principio por su factor quedón me cayó mal, pero ahora me cae bien (Síndrome de Estocolmo, lo llaman?).

Esa misma evening cogemos nuestros abrigos y los habitantes de la casa nos dirigimos al pub enmoquetado de mayor solera del barrio a jugar al Quiz de los martes. yo me estiré y dije "venga, bah, os invito yo" pero así con la sonrisa oblícua y con la esperanza de que nadie quisiese nada. bueno, pudo ser mucho peor, no me gasté tanto.

A lo que voy, que volvía yo de la barra sonriente con los pintismos de rigor y de esto que me topo con la espalda de un chico alto, de nuca rosacea y pelo, cómo no, Cherry Blonde. a mí se me paró el corazón y sentí en plan telefilme cómo las pintas se me escurían entre los dedos a cámara lenta e iban a parar al suelo enmoquetado...

Pero era todo una ilusión mía. y claro, al final resulta que ese chico tampoco era el chery blonde doctor...

Yo es que aquí no gano para disgustos y sobresaltos!