premio de consolación

Estoy un poco desesperadín porque está lloviendo y así la ropa no seca ni pa dios. para eso prefiero el invierno, que con los radiadores tenemos cómo secar la ropa... en fin. son dramas cotidianos del día a día y no debería quejarme tanto. (os adjunto imagen veraniega, doméstica, sosegante y entrañable de mi ropa secando un viernes de julio cualquiera a las 9 de la noche...)

Ya estamos todos en casa otra vez (yo nunca me fui). esta semana volvieron a aparecer las tres chicas más importantes de mi vida brit, o sea, las dos misteriosas chicas con las que comparto casa, que estaban de vacaciones en sus respectivos países de origen, y la asistenta, que la pobre no tengo reparo en llamarla por su nombre. se llama Gloria como muchos sabeis. un día me vi tentando a dejarle una nota a la pobre diciéndole que me aspirase la moqueta de la habitación, pero de repente pensé que Gloria igual no sabía ni escribir, angelico mío... pero no, hice mal en subestimar el sistema educativo del país de las jacket potatoes...

Por otra parte el inminente final del verano (pesimista que es uno, pero vamos, que no me visualizo tomando el sol en el jardín hasta el año que viene otra vez) trae cambios, y parte de mis vecinos están planeando mudarse en pocas semanas. a mí me da mucha pena, supongo que sea todo como una soap opera y se tiene que ir reciclando el casting y tal...

Cuando Mindy se enteró de que la casa del jardín, de una habitación, quedaría libre, se mostró muy interesada en negociar un precio con la casera. yo le dije que casi que no, que es carísima y tal, porque Mindy me raya mucho, la verdad, aunque es mi mejor amiga, pero me raya. ella dice que esto necesita vidilla y que una bisexual de cascos ligeros que tome el sol en topless en el jardín es lo que estamos buscando. a mí la idea me parece regular... ella sabrá.